domingo, 23 de noviembre de 2014

El juego de la letra delta.



Salve!

Esta vez volvemos a reunirnos en el Templo de Perséfone para hablar acerca de una nueva actividad que nuestro magistram Manuel ha querido que lleváramos acabo, intentando que aprendiéramos cultura latina de un modo especial, ¡¡jugando!!.

Nos propuso la idea de trabajar en qué empleaban los romanos su tiempo libre, estudiando y preparando una serie de juegos, la mitad se realizaría fuera del aula debido a que se necesitaría espacio, y la otra parte dentro del aula al ser juegos de mesa. Nosotros aceptamos encantados y rápidamente nos pusimos manos a la obra.

A mi compañero y a mí se nos asignó “ EL JUEGO DE LA LETRA DELTA”, divertido y de precisión. Consiste en dibujar en el suelo la letra delta mayúscula. Esta letra, similar a un triángulo, se divide en 10 secciones cada una de ellas numeradas del I al X. Las más amplias son las más cercanas a la base y, a medida que se avanza hacia el vértice se van haciendo más pequeñas. A cada jugador le corresponden 5 nueces y deberán lanzarlas desde una distancia convenida y hacerlas caer en las subdivisiones del triángulo. Las nueces que caen en las subdivisiones más pequeñas obtienen mayor puntuación. Una vez que el primer jugador ha tirado sus cinco nueces, no las retira, espera a que tiren los demás jugadores, de esta manera si una nuez desplaza a otra al jugador que se le ha desplazado su nuez se subirá o bajará la puntuación, según donde haya sido desplazada su nuez. Para darle un toque de modernidad y sobre todo para poder distinguir las nueces de cada jugador, cada grupo de cinco nueces la pintamos de una forma original.



 Aquí os dejo un pequeño vídeo de las jugadas de nuestros compañeros.


Todo salió tal como teníamos pensado y los demás compañeros se lo pasaron muy bien, solo tuvimos un pequeño inconveniente, el suelo del patio no sujetaba las nueces por lo que estas en muchas ocasiones salieron rodando en diversas direcciones, pero esto no fue un problema para que pudiéramos disfrutar y aprender.

También pude jugar a los juegos de los demás compañeros.  


 Fue una grata experiencia, aprendimos Latín fuera de las cuatro paredes del aula, sin ejercicios ni libros, riéndonos y compitiendo entre nosotros. Espero que pronto podamos repetir.

martes, 28 de octubre de 2014

CAPITVLVM SECVNDUM.

FAMILA ROMANA.


Si queremos caracterizar a la familia romana no debemos fijarnos en las semejanzas con una familia actual, sino en las diferencias que existen entre ambas.
 La familia romana la integraban no sólo las personas ligadas por vínculos de sangre, sino también todos aquellos que mantenían una relación de dependencia con el pater familias, es decir consideraban a los esclavos componentes de la familia. Una familia romana, por tanto, era mucho más amplia que una familia actual y podía estar formada por cientos de personas.
El pater familias era el hombre que no dependía de nadie y del que todos dependían. Era el dueño legal del hogar y de todos sus miembros, era el que trabajaba para sostener la casa y tomaba las armas en caso necesario para defenderla y por tanto era la pieza sobre la que giraba toda la familia. Es la máxima autoridad familiar gracias a la Patria Potestad que dispone, por la cual él es la ley dentro de la familia y todos los demás miembros deben obediencia a sus decisiones. Los romanos consideraban esta Patria Potestad algo sagrado. Esta otorgaba al pater familias la decisión de que un individuo permaneciera o formara parte de la familia, en el nacimiento de un hijo se consideraba más importante la acogida por parte del pater familias que el hecho de haber nacido. La esposa al igual que los demás componentes de la familia romana estaba supeditada a su marido, este podía castigarla incluso con la muerte en el caso de faltas graves (infidelidad). Tenía el poder para vender a sus hijos como esclavos; la ley romana decía, sin embargo, que si un hijo era vendido como un esclavo tres veces, dejaba de estar sujeto a la patria potestas. El páter familias tiene el poder de aprobar o rechazar matrimonios de sus hijos e hijas. Con los esclavos ocurría prácticamente lo mismo, sin embargo un esclavo podía convertirse  en un ciudadano libre, si era liberado por el  pater familias. En algunas ocasiones la relación entre los esclavos y el pater familias era tan buena que estos no se marchaban una vez obtenida la libertad al considerarse integrados en esa familia.
En una familia romana no es necesario ser hijo de sangre, se podían adoptar hijos que pasaban a formar parte de la familia legalmente, eso sí, siempre con la aceptación del pater familias.
 Sin embargo la composición de las familias de hoy en día es diferente, en la domus habitan, en general, los padres e hijos. La patria potestas la comparten ambos padres y los hijos y esposas tienen libertad absoluta. No poseemos esclavos en los que su vida dependa de nosotros ni tampoco se decide nuestra vida al nacer.
Por los textos que he leído y la información que he obtenido la familia romana puede parecerse hoy en día a una familia mafiosa.

Según el texto de Ovidio, Metamorfósis 9,669-684, Ligdo un hombre de la plebe con derecho a la ciudadanía, con cierto patrimonio y procedente del reino de Cnosos iba a ser padre y su ilusión por que fuera varón era inmensa, pues una mujer no podría darle el honor que  le daría un varón, ya que estas siempre estarían supeditadas a otras personas, en cambio un varón podría formar su familia ejerciendo la patria potestas.  Ligdo en el caso de que naciera niña podría ordenar su muerte, pues poseía la patria postestas al ser el pater familias, derecho que muy a mi pesar otorgaba gran importancia a los hombres, nadie ni si quiera unos padres pueden decidir sobre la vida de una persona y más aún si es hijo tuyo, en la actualidad no existen casos en los que se decida sobre la vida o la muerte en el nacimiento pero sí existe el derecho, en ciertas culturas, de tener bajo tu mandato a las mujeres y a los hijos/as.
Ligdo deseaba dos cosas a su mujer Teletusa, que diera a luz sin dolor y que fuera un varón. La esposa de Ligdo finalmente dio a luz a una niña, “Ligdo manteniendo firme su decisión de matar a la niña, la cogió y la pequeña le miró, en ese momento se produjo una conexión entre ambos que para Ligdo la decisión de matarla desapareció completamente de su mente”.

El texto de Horacio, Sátiras 1,6,65-78.89.93-96, nos presenta a Horacio, un joven educado, respetuoso, honrado, a quien no se le puede acusar por ser avaro, mezquino o de ir de burles, con una vida pura e inocente y de quien tiene por ejemplo y a quién acusa de implantarle estos valores a su padre.  Yo también puedo decir que gracias a mis padres sois como soy, y poseo la mejor educación, honesta, respetuosa, educada, así me han enseñado a ser. La escuela de Flavio a la que el padre de Horacio no quiso llevarle, asistían niños de buena posición económica con “cartera y tablilla bajo el brazo izquierdo” como dice Horacio. Las tablillas eran los cuadernos que se utilizaban para escribir, recubiertas de cera sirvieron en Grecia y Roma sobre todo para fines literarios (como borradores). Las había de una sola hoja y con un asa para colgarlas, pero generalmente eran dos (dúplex o díptico), tres (codex triplex o tríptico), cinco o incluso más. La ventaja de poder borrarse explicaría su uso tan frecuente. De esta época se han encontrado varias como las descubiertas en las minas de oro de Alburnus Maior Vicus Pirustarum, en Transilvania o en la casa del banquero Lucius Caecilius Lucundus en Pompeya.

El padre de Horacio prefirió llevarle a Roma para que emprendiera carrera como senador o cualquier ámbito político, para que aprendiera como era la vida en una gran ciudad y de ahí sacara su propia enseñanza. Horacio se siente orgulloso de sus padres y no tiene queja absoluta de ellos. Si Natura ordenara a partir de un número de años rehacer el camino del tiempo vivido quizás en muchas ocasiones me hubiera planteado otras alternativas y no hacer lo primero que se me viniera a la mente, pero en ningún momento culpo de ello a mis padres, porque a ellos no los cambiaría jamás.

miércoles, 8 de octubre de 2014

IMPERIVM ROMANVM. CAPITVLVM PRIMVM.



¿Cómo veían el mundo los romanos?
Para los romanos el mundo como lo conocemos hoy en día no existía, la única percepción de la Tierra que ellos tenían consistía en considerarla como una isla gracias a aquellos que recorrían los límites de esta y según avanzaban en cualquier dirección, y lugar se encontraban con el mar (el Océano).
Cualquiera en su situación hubiera pensado lo mismo pues los medios para saber y conocer eran muy escasos.

Observando el mapa nos damos cuenta de que los romanos visionaban este Orbis Terrarum de una manera parecida a la que nosotros tenemos hoy en día aunque con escasez, América aún no había aparecido por ningún lado, los Polos tampoco, todo era un solo continente a excepción de Gran Bretaña, y África no era el “pico” que conocemos hoy en día sino una especie de rectángulo. Estaba dividida en tres partes: Asia que está entre el Tanais y el Nilo; Libia que está entre el Nilo y el Golfo de Cádiz; Europa que está entre el estrecho y el Tanais.
No existe mucha diferencia a como lo vemos hoy en día, los límites son prácticamente los mismos (salvando mucho las distancias).

No todas las partes del mundo son iguales.
Los científicos grecorromanos sacaban conclusiones acerca del porque no todas las partes del mundo eran iguales y lo relacionaban a los factores celestes (es decir al Sol).
Por eso  dividían la disposición de la Tierra en tres partes: las zonas de calor, lo que hoy podría ser África, en las que la población tenían una piel oscura (estaban quemados según los grecorromanos) tenían el cabello y la barba rizada esto se debe a la proximidad del sol en estas zonas. Por eso los griegos llamaron etíopes a la población que habitaba allí, ya que etíope significa rostro quemado en griego. Esta población era prudente por el carácter ligero del aire, la existencia de distintos tipos de animales y de veloces pájaros con vistosos colores también se lo atribuyen a la luz y al calor.
Las zonas frías, al norte (Europa del norte hoy en día), totalmente diferente a las zonas de calor, la población era de piel blanca por el efecto contrario del Sol, con el pelo largo y rubio y de carácter salvaje por el aire, la existencia de animales no es tan numerosa.
También tenían características comunes, ambas “razas” poseían la misma estatura, hoy en día diferente (en el norte son más altos que la población del sur).
La tercera zona que ellos diferenciaban, se situaba en el centro del orbis terrarum Grecia y Roma, en las que las características de la población era una mezcla de ambos territorios mencionados antes, tanto en el color, carácter y estatura, las tierras también eran una combinación por lo que para ellos la zona intermedia era la zona ideal y la mejor del mundo según Plinio ya que tenía las características del calor y del frio.
El clima era un factor muy importante para los grecorromanos ya que les ayudaba a distinguir los diferentes territorios.
Grecia y Roma eran las potencias de la época y las más desarrolladas y controladas por lo que se conoce y se encontraban en la mitad del territorio, por lo que también eran las que mejor comunicaciones tenían. Dicen que las demás zonas estaban marginadas, ellos eran muy eurocéntricos por tanto solo sus territorios estaban desarrollados, en parte tenían razón pero no por no tener control sobre otros territorios estos iban a ser peores, podrían ser más “salvajes” pero tenían otras cualidades importantes que las zonas centrales (Grecia y Roma) no poseían.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Salve !


Bienvenidos al Templo de Perséfone. Comenzamos un nuevo curso académico y a su vez emprendemos una nueva aventura en el maravilloso mundo del latín, esta vez de la mano de Manuel, quién desde el primer momento supo ofrecernos esta asignatura como algo entretenido, interesante e importante.
Una de las cosas que me llamó bastante la atención fue la importancia que le dio al hecho de que el latín no es "una lengua muerta", sino todo lo contrario, pues estamos rodeados de su cultura y de su lengua constantemente. Al llegar a casa decidí informarme por mi cuenta y encontré una web en la que explica de una forma clara y jovial el uso y la importancia de esta lengua, para mi siempre actual.
                                                                                      Celia Carrasco-