martes, 20 de enero de 2015

Campamento Vindolanda.

Salve!
Tras incorporarnos de nuevo a clase después de unas merecidas vacaciones de navidad, nuestro magister, al que ya todos conocemos, nos volvió a sumergir en el maravilloso mundo romano. Esta vez se trata de un nuevo proyecto con el que estamos muy ilusionados. 
"Yo conozco mi herencia, ¿y tú? fue un evento ideado por AMUPROLAG y la SEEC, sección de Murcia, en 2012 para reclamar un lugar para la Cultura Clásica, el Griego las Humanidades en la LOMCE. Conseguido el objetivo, repetimos el evento." Así nos lo presentaba su página oficial.
Mi monumento asignado fue el Campamento de Vindolanda, al principio no sabía de su existencia pero tras buscar información acerca de él me levanto una gran curiosidad. Me parece un lugar maravilloso e interesante que todos deberíamos conocer por eso os acerco un poquito más a su historia.

El fuerte romano de Vindolanda se halla cerca de la población de Bardon Mills, al noreste de Inglaterra, en el condado de Northumberland.


El fuerte fue construido en torno al 85 d.C., tras la victoria de las legiones romanas. Guardaba la vital ruta este-oeste conocida como Stanegate. Se cree que, durante la construcción del Muro de Adriano, el  el propio emperador estuvo alojado en Vindolanda.  Tras la construcción del Muro de Adriano, el fuerte fue brevemente abandonado, siendo nuevamente ocupado, y reconstruido en piedra. A lo largo de su historia, el fuerte romano de Vindolanda estuvo protegido por diferentes unidades militares. Cada vez que una de estas unidades llegaba al fuerte, éste era reformado o reconstruido.
Se conservan principalmente vestigios del fuerte romano correspondientes al periodo en que fue construido en piedra, son visibles los restos de principia o cuartel general; del praetorium o residencia del comandante de la guarnición, algunos de los barracones de los soldados, las letrinas, restos de viviendas y las termas.

Lo interesante de esta construcción romana son los hallados  documentos escritos más antiguos de la historia de las Islas Británicas: las tabletas de Vindolanda. Se tratan de pequeñas piezas de madera que han sobrevivido al duro clima británico hasta nuestros días, utilizadas como correo por los romanos. Dichas cartas son el reflejo fiel de cómo debía ser la vida en la Britania romana y entre los miembros del ejército. No se trata de textos literarios, crónicas de importantes eventos históricos, o escrituras de personajes célebres. Al contrario, dichas cartas nos hablan de las actividades del ejército, como las guardias, quienes estaban de permiso, quienes en misión de exploración y quienes de baja por lesión o enfermedad. También nos detallan la logística del campamento, puesto que contienen inventarios de suministros, pedidos de material "a la central", u órdenes de reparación de armamento y fortificaciones.
Algunas, nos permiten adentrarnos en la vida social de la guarnición, donde las esposas de oficiales y de civiles intentaban llevar una vida normal y lo más importante de todo es que tanto los redactores de las cartas como los destinatarios son múltiples y variados. Esto se ha podido comprobar no sólo por el remitente y destinatario sino porque también se han podido reconocer casi tantas caligrafías (las cartas estaban escritas a mano) como cartas. Esto implica que el nivel de alfabetización en el ejército romano debía ser bastante alto. Obviamente no podemos generalizar al conjunto de la sociedad. Sin embargo, no deja de ser significativo que este grado de alfabetización se dé en un remoto campamento de frontera.
Aquí os muestro una de las tantas cartas que he podido encontrar:

Saludos de Claudia Severa a Lepidina.
En el 3er día antes de los Idus de Septiembre, hermana mía, para el día de celebración de mi cumpleaños, te hago llegar una cálida invitación para asegurarme de que vengas a vernos, y que hagas más agradable esta jornada con tu presencia. Saluda de mi parte a tu Cerial. Mi Aelio y mi hijo os envían sus saludos. Te esperaré, hermana.
Adios hermana mía, mi alma querida, a quien deseo prosperidad y salud.
A Sulpicia Lepidina, esposa de Cerial, de parte de Severa.
(Tab. Vindol. II 291)

Actualmente el Campamento de Vindolanda puede ser visitado al igual que su museo, donde están expuestas algunas de las cartas, además para favorecer la comprensión del fuerte, se han realizado  una serie de recreaciones de las estructuras defensivas del fuerte y del Muro de Adriano, en piedra y madera, así como de un templo y una casa romana.

Gracias al proyecto hemos averiguado que los romanos nos han dejado una maravillosa herencia, desde grandes acueductos, circos, teatros… a pequeños monumentos o aldeas repartidas por todo el mundo y que aún se siguen conservando mejor de lo que podíamos imaginar, pues estamos hablando de hace más de 1500 años desde su construcción.

Finalmente estoy casi segura de poder decir que, Yo conozco mi herencia, ¿y tú?.